Skip to main content

Todos conocemos las mesas de mezclas de audio como herramientas para conectar diversos instrumentos, micrófonos, aparatos electrónicos y procesar-nivelar sus señales, bien sea para grabar, sonorizar conciertos, etc. Pero fue cuando aprendí que una simple mesa de sonido puede convertirse en un sintetizador, que me sentí como un niño con un juguete nuevo.

Grosso modo, la técnica No-input Mixing consiste en conectar la salida o envío de la mesa a los canales de entrada... retroalimentando la señal (feedback) y creando un bucle que genera una onda cuya frecuencia puede ser controlada a través de los potenciómetros de volumen, envíos, eq, pan... De esta manera el mezclador se convierte en una especie de sintetizador modular, donde un canal que emite una onda puede influir en otro, generando combinaciones muy interesantes.

Mi primera experiencia cuando conocí y desempolvé un viejo mezclador que tenía, fue la de descontrol, pero enseguida comencé a estudiar como interactúan las combinaciones de entradas y salidas, y a encauzar esos sonidos hacia algo más musical.

Unos de los máximos referentes en esta técnica, llegando a crear verdaderas obras de arte es Toshimaru Nakamura. http://youtu.be/hh6r9lhnGm8

Antes de comenzar a experimentar hay que tener en cuenta algunas precauciones.

  • Mezclador: Utilizar una mesa de sonido que no te importe que se rompa, ya que la mesa podría sufrir daños por una mala conexión.
  • Auriculares: Aunque no es recomendable utilizar auriculares, si los usas, asegúrate de que puede controlar el volumen ya que el sonido puede aumentar y dañar los oídos.
  • Altavoces: Utilizando altavoces es más difícil sufrir daños en los oídos, pero los conos pueden sufrir si hay un pico exagerado en la amplitud de la señal.
  • Limitador: Para evitar que la señal se dispare, se puede usar un limitador para limitar la cantidad de señal que pasa, evitando que sobrepase de un volumen determinado.
  • Animales: Ten en cuenta que los animales son más sensibles a las frecuencias que los humanos, y puede ser muy molesto para ellos, evítales la incomodidad.

Teniendo en cuenta estas cosillas, y que cada mezclador puede comportarse de manera ligeramente diferente, podemos comenzar a jugar con alguna de estas configuraciones básicas. Sería conveniente trabajar cada opción de manera aislada para entender que ocurre y poder controlarla (como el que toca un instrumento), y luego ir haciendo conexiones más complejas.

  • Entrada de canal 1 -> Envio
  • Entrada de canal 1 -> Main Out
  • Tape In -> Tape Out: Hay mezcladores que permiten conectar dispositivos como cd´s, vinilos, cassette, etc.. a través de una conexión llamada Tape in.
  • Entrada de canal 1 -> Envio / Entrada de canal 2 -> Main out
  • Entrada de canal 1 -> Envio / Entrada de canal 2 -> Main out / Entrada de canal 3 -> Envio / Entrada de canal 4 -> Main out

Hay controladores o arpegiadores tales como Beatstep de Arturia que permiten enviar un control de voltaje, esto nos permite generar ritmos más complejos, incluso con swing, a través de impulsos. Otra opción es utilizar dos mezcladores, o mezcladores matriz, que contienen tantas entradas como salidas, de esta manera cada pista se convierte en un oscilador independiente al que le puedes ajustar la frecuencia.

Añadir pedales de chorus, flanger, distorsión, etc, puede hacer que las señal se comporte de una manera muy curiosa, en realidad, aunque una vez que se controla un poco le técnica de No-input Mixing, solo queda experimentar, jugar y disfrutar de las posibilidades que nos da un simple mezclador.

 

 

 

Inscríbete en Imaging Sound y permanece al corriente del contenido del blog, talleres, actividades y demás contenido que pueda ser de interés para ti.